La República que viene (I, Preludio)
Por Francisco Prendes Quirós.
Dentro de una semana estaremos celebrando el 85 aniversario del 14 de abril de 1.931, martes, en el que con fiesta, y alegría casi general, se proclamó en todas las capitales y grandes poblaciones la IIª REPÚBLICA ESPAÑOLA.
¿De dónde venía aquella
proclamación? De una simples elecciones locales. Los estrategas de la monarquía
habían renunciado a unas elecciones generales, que ya estaban convocadas, por
temor a que de ellas saliera una imponente marea de fuerzas republicanas. Fundados estaban sus
temores, porque tanta era la ebullición republicana que bastaron las elecciones
municipales para que la República llegara, porque era un clamor; una
necesidad que sentía el conjunto del pueblo para salir de la profunda fosa de
analfabetismo, explotación e injusticia. Contra la República se alzaba la
Iglesia, prácticamente en su inmensa mayoría y la nobleza propietaria, entre
ambos estamentos reunían la mayoría de
la propiedad de la tierra, y buena parte del suelo edificado en capitales y grandes poblaciones; la alta
burguesía, aunque con importantes excepciones, dueña del capital comercial e
industrial; y la gente sencilla de las pequeñas villas y aldeas grandes, estos
pequeños, inmovilizados por el tradicional miedo y la costumbre de sumisión al poder y al poderoso, a la sotana y
al uniforme, que con la pobreza se transmitía de generación en generación…
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