Monarquía, crisis económica, epidemia, elecciones... Eludir los problemas difícilmente los resuelve
FRANCISCO CARANTOÑ a Lo malo de comentar la actualidad quincenalmente es que, con frecuencia, los asuntos importantes se acumulan. Los muy serios que protagonizan los últimos días poseen un rasgo común que facilita el análisis conjunto: el intento de resolverlos mediante elusiones. Las trapacerías del rey Juan Carlos I , todavía presuntas, aunque muy documentadas, y que probablemente sigan siéndolo hasta que la Historia emita su juicio, porque no es previsible que lleguen a hacerlo los tribunales, no han servido para que se plantee el verdadero debate: el problema está en la monarquía , no en el comportamiento de un rey concreto. Con la respuesta europea a la crisis económica se ha impuesto el eufemismo, los países ricos se han trasformado en «frugales», lo que, en la mejor tradición reaccionaria, les permite convertir a los pobres en culpables exclusivos de su propia desgracia. Lo que asombra es que todos los medios, incluso los de los pa...